“La postura corporal, representa la punta del iceberg de un sistema interrelacionado, el cual permite adaptarnos a factores internos y externos en cada movimiento que realizamos.”
La postura, es la adaptación que el cuerpo realiza en base a la captación de información del exterior, las cuales nos permiten tener constantemente referencias de “donde estamos”, y mantenernos en un equilibrio dinámico y estático.
Esta captación de información se realiza a través de nuestros ojos, los receptores de nuestros pies, nuestra piel, la columna, el sistema vestibular, ATM “Articulación Temporo-Mandibular” y las posiciones viscerales, que envían información a nuestro sistema nervioso central de cómo debemos distribuir nuestro centro de gravedad, como deben bascular nuestros hombros y nuestra pelvis, de cómo debe adaptarse el apoyo de nuestros pies, qué músculos deben trabajar y cuáles no para mantenernos y sostenernos sobre nuestro esqueleto, así como también como muchos otros aspectos de forma automática e inconsciente.
La Posturología estudia y reeduca estos sistemas de captación para que no haya un excesivo gasto energético en compensar alteraciones en estas vías de información y en la repercusión que ello representa sobre nuestro sistema osteoarticular, nuestra consciencia corporal, nuestras habilidades motoras y cognitivas.
La Posturología no trata la patología. Interviene en los procesos neurosensitivos interrelacionados con el sistema postural fino y desencadenantes de una serie de síntomas.